Atlas Bereber

¿Te imaginas que el racismo no existe, que te lo has inventado tú? ¿Te imaginas que solo es miedo a lo desconocido, egocentrismo y dogmas impuestos? ¿Te imaginas que cada vez que señalas a alguien por ser diferente, es tan diferente como tú? ¿Te imaginas que ahora mismo no estás pensando en ese chico que vende pañuelos mientras tomas algo en el bar, que no estás pensando en el tendero de la esquina, o en quien quiere limpiar tu coche a cambio de una moneda? ¿Te imaginas que los bereber, los habitantes del Alto Atlas, se ven perseguidos por su propio mundo árabe solo por las mismas razones? Deja de imaginar. Atlas Bereber nos muestra a través de los ojos de un joven estudiante la situación del pueblo bereber en el Alto Atlas. De su mano, recorreremos los rincones que componen su comunidad, conoceremos sus gentes y sus problemas. Los bereber-amazig, los hombres libres aislados en una frontera natural, gozan de una cultura y lenguas propias que chocan frontalmente con la dogmatizada sociedad que les rodea. Desde su forma de entender la religión hasta sus costumbres y su política, pasando por la figura de sus mujeres -las cuales gozan de más libertad que en el resto del mundo árabe-, aprenderemos que el racismo no es solo una lacra occidental. Los jóvenes protagonistas representan el crisol cultural que supone la región, con los mismos sueños y esperanzas que nosotros, pero también con los mismos problemas y vicisitudes. La dicotomía entre estudios o trabajo, formarse para prosperar o dedicarse a la familia; los sueños o las realidades impregnan cada una de sus discusiones. A su vez, los retratados no son indiferentes al objetivo de la cámara, dando rienda suelta a sus ideas y sus opiniones, sabedores de que su mensaje llegará lejos; que comprenderemos que en el fondo, todos somos más iguales de lo que creemos y más distintos de lo que nos gustaría. Gracias a una fotografía maravillosa y al sonido del bendir, nos adentraremos en una región rica en todos los sentidos, donde los pueblos brotan de las montañas de la misma forma que sus habitantes son hijos de su tierra, defensores de sus raíces. El ímpetu de la juventud da más fuerza si cabe a este grito tranquilo, concienciado, sabedor de que es nuestro deber hacer lo mejor posible del tiempo que nos ha tocado vivir. ¿Te imaginas que decides descargar esta película? ¿Te imaginas que quieres cambiar tu forma de ver las cosas? Deja de imaginar.

Director: Moisés Salama
Género: Viaje, Naturaleza, Cultural
Idioma: Tifinagh
Año: 2008
Duración: 82 min.